Cada 40 segundos una persona sufre un accidente cerebrovascular
Reconocer sus síntomas puede salvar vidas y evitar complicaciones a largo plazo, los primeros 60 minutos podrían marcar la diferencia en el resultado.
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, por la Organización Mundial del Accidente Cerebrovascular, WSO (por sus siglas en inglés), para concientizar a la población acerca de la importancia de reconocer los signos de alerta a tiempo y educar sobre prevención de los accidentes cerebrovasculares. Este año el lema es “minutos pueden salvar vidas”.
“El ACV una patología tiempo dependiente, por cada minuto que pasa se pierden más de dos millones de neuronas, por lo que mientras más rápida sea la consulta y el tratamiento específico, el paciente tendrá menos probabilidades de secuelas neurológicas permanentes”, explica el doctor Esteban Basáez, jefe de neurología de Clínica Las Condes.
Los accidentes cerebrovasculares representan la segunda causa de muerte en el mundo y una de las principales razones de discapacidad, según el estudio Global Burden of Disease 2015. Pueden ocurrir a cualquier edad, en el último periodo la incidencia en menores de 45 años ha aumentado, representando entre el 10 al 15 por ciento.
Cada 40 segundos una persona sufre de un ACV y cada 4 minutos muere una persona en el mundo a causa de esta enfermedad. Se estima que un 25% de la población mundial sufrirá de un ictus en su vida. Es por esto que los especialistas advierten que reconocer los primeros síntomas de un accidente cerebrovascular y actuar de inmediato puede salvar vidas y evitar complicaciones a largo plazo.
Síntomas de un ACV
Mundialmente existe una sigla de fácil recordación, FAST, para poder educar e identificar acerca de los síntomas de un accidente cerebrovascular. De esta manera, al detectarlos el llamado es a acudir lo más pronto posible al servicio de urgencia más cercano y así iniciar la cadena de atención específica.
- F (Face): asimetría de la cara.
- A (Arms): falta de fuerza o coordinación en los brazos.
- S (Speak): alteración del habla
- T (Time): ante cualquiera de estos síntomas, se debiera trasladar a un centro asistencial lo antes posible.
Los ACV se producen por obstrucción aguda de una arteria cerebral, esto puede ser por trombos generados en el corazón, o daño en las arterias. Entre los fatores de riesgo más importantes están la hipertensión, diabetes, colesterol alto, sedentarismo, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y obesidad.
Tratamiento de un accidente cerebrovascular
El neurólogo de CLC cuenta que el tratamiento de un accidente cerebrovascular se inicia con la detección y manejo lo más precoz posible. Al llegar al centro de salud, el paciente puede acceder a tratamientos de urgencia como la administración de un potente anticoagulante (TPA) o la extracción del trombo mediante un procedimiento de angiografía.
Luego del tratamiento hiperagudo, el paciente debe ser ingresado a un servicio especializado en el manejo de ACV, con neurólogo, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales y fonoaudiólogos especializados para el estudio, rehabilitación y la indicación de tratamiento de prevención secundaria específico.
¿Cómo prevenir un ACV?
El doctor Basáez advierte que la prevención de los ACV depende del adecuado control de los factores de riesgo vascular:
- Controlar el colesterol, la glicemia y el peso.
- No Fumar.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol.
- Realizar actividad física.
- Reducir y manejar el estrés.
- Dormir adecuadamente.
ACV y COVID-19
En los pacientes que cursan COVID-19 agudo, se han reportado que un 5,8% de los casos graves y un 0,8% de los casos leves sufren simultáneamente con un ACV. El cuadro de coronavirus desencadena un fenómeno inflamatorio sistémico (de todo el organismo), que a su vez gatillan múltiples fenómenos procoagulantes, como, por ejemplo, activación de factor tisular, agregación plaquetaria, daño del endotelio y aumento del factor VIII de coagulación.
En los pacientes más jóvenes la respuesta inflamatoria que genera el cuadro de COVID es mucho más severa, lo que a su vez hace mucho más potente la respuesta proinflamatoria y procoagulante.
Reconocer sus síntomas puede salvar vidas y evitar complicaciones a largo plazo, los primeros 60 minutos podrían marcar la diferencia en el resultado.
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, por la Organización Mundial del Accidente Cerebrovascular, WSO (por sus siglas en inglés), para concientizar a la población acerca de la importancia de reconocer los signos de alerta a tiempo y educar sobre prevención de los accidentes cerebrovasculares. Este año el lema es “minutos pueden salvar vidas”.
“El ACV una patología tiempo dependiente, por cada minuto que pasa se pierden más de dos millones de neuronas, por lo que mientras más rápida sea la consulta y el tratamiento específico, el paciente tendrá menos probabilidades de secuelas neurológicas permanentes”, explica el doctor Esteban Basáez, jefe de neurología de Clínica Las Condes.
Los accidentes cerebrovasculares representan la segunda causa de muerte en el mundo y una de las principales razones de discapacidad, según el estudio Global Burden of Disease 2015. Pueden ocurrir a cualquier edad, en el último periodo la incidencia en menores de 45 años ha aumentado, representando entre el 10 al 15 por ciento.
Cada 40 segundos una persona sufre de un ACV y cada 4 minutos muere una persona en el mundo a causa de esta enfermedad. Se estima que un 25% de la población mundial sufrirá de un ictus en su vida. Es por esto que los especialistas advierten que reconocer los primeros síntomas de un accidente cerebrovascular y actuar de inmediato puede salvar vidas y evitar complicaciones a largo plazo.
Síntomas de un ACV
Mundialmente existe una sigla de fácil recordación, FAST, para poder educar e identificar acerca de los síntomas de un accidente cerebrovascular. De esta manera, al detectarlos el llamado es a acudir lo más pronto posible al servicio de urgencia más cercano y así iniciar la cadena de atención específica.
- F (Face): asimetría de la cara.
- A (Arms): falta de fuerza o coordinación en los brazos.
- S (Speak): alteración del habla
- T (Time): ante cualquiera de estos síntomas, se debiera trasladar a un centro asistencial lo antes posible.
Los ACV se producen por obstrucción aguda de una arteria cerebral, esto puede ser por trombos generados en el corazón, o daño en las arterias. Entre los fatores de riesgo más importantes están la hipertensión, diabetes, colesterol alto, sedentarismo, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y obesidad.
Tratamiento de un accidente cerebrovascular
El neurólogo de CLC cuenta que el tratamiento de un accidente cerebrovascular se inicia con la detección y manejo lo más precoz posible. Al llegar al centro de salud, el paciente puede acceder a tratamientos de urgencia como la administración de un potente anticoagulante (TPA) o la extracción del trombo mediante un procedimiento de angiografía.
Luego del tratamiento hiperagudo, el paciente debe ser ingresado a un servicio especializado en el manejo de ACV, con neurólogo, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales y fonoaudiólogos especializados para el estudio, rehabilitación y la indicación de tratamiento de prevención secundaria específico.
¿Cómo prevenir un ACV?
El doctor Basáez advierte que la prevención de los ACV depende del adecuado control de los factores de riesgo vascular:
- Controlar el colesterol, la glicemia y el peso.
- No Fumar.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol.
- Realizar actividad física.
- Reducir y manejar el estrés.
- Dormir adecuadamente.
ACV y COVID-19
En los pacientes que cursan COVID-19 agudo, se han reportado que un 5,8% de los casos graves y un 0,8% de los casos leves sufren simultáneamente con un ACV. El cuadro de coronavirus desencadena un fenómeno inflamatorio sistémico (de todo el organismo), que a su vez gatillan múltiples fenómenos procoagulantes, como, por ejemplo, activación de factor tisular, agregación plaquetaria, daño del endotelio y aumento del factor VIII de coagulación.
En los pacientes más jóvenes la respuesta inflamatoria que genera el cuadro de COVID es mucho más severa, lo que a su vez hace mucho más potente la respuesta proinflamatoria y procoagulante.